Podemos apelar al sentido de la vista, en forma de un diseño atractivo, haciendo uso de la audición con música ambiental, o incluso a usar fragancias y aromas despertando al sentido más fuerte que tenemos: el olfato.
Los aromas pueden afectar directamente nuestro comportamiento y las funciones corporales. Se pueden utilizar para generar un ambiente idóneo, sentirse relajado, tranquilo, estimulado, buscar la euforia, la provocación o incluso la seducción.
Con base en estudios realizados en este campo, se evaluó el efecto de la estimulación olfativa, y se observó que, cuando los clientes captan un olor agradable, evalúan mejor el medio ambiente y los productos, tienden a gastar más, la intención de regresar más a menudo al propio establecimiento y permanecen más tiempo en el mismo lugar al perder la noción del tiempo al encontrarse en un entorno mucho más agradable y experiencial.
No es necesaria una ambientación cargada con el aroma escogido, existen estudios que aun siendo el aroma imperceptible este influye en nuestro comportamiento.
Otro de los puntos interesantes de la utilización del marketing olfativo es que en consecuencia, los lugares de trabajo se harán más agradables, la calidad de los espacios y la productividad se levantará utilizando el marketing olfativo.
Muchas son las empresas internacionales que utilizan actualmente el marketing olfativo, y aseguran que sus ventas aumentaron desde que aromatizan sus locales.
El mismo concepto se verifica en los lugares de trabajo. Con la introducción de una fragancia se mejora la atención y la concentración, reduce el estrés, la fatiga y la ansiedad, el aumento de la eficacia de los empleados, por lo que estamos creando una empresa mucho más productiva y un ambiente laboral más eficiente propiciando un menor número de bajas laborales.
El uso de los aromas en nuestros negocios, además de crear un efecto de sorpresa y de ser un factor de diferenciación, induce una mejor impresión del nombre con el que está asociado.
Esto refuerza y complementa la imagen de una marca o establecimiento, más allá del producto o servicio que ofrecen.
En definitiva, con la utilización del marketing olfativo se genera una conexión entre el cliente y la empresa favoreciendo una respuesta amable y favorable a la hora de comprar, cerrar un acuerdo y o pagar el servicio o producto que se ofrece.
En este sentido, la implantación de un determinado aroma se refiere a un concepto de producto o el establecimiento utilizando una fragancia específica llamada odotipo, que forma parte de la propia imagen de la empresa. El odotipo es nuestro logo olfativo.
Actualmente son muchas las grandes empresas internacionales, cadenas de supermercados, hoteles … que están utilizando aromatización en sus negocios. Algunos de ellos conservan esta particularidad en el mayor secreto profesional, otras incluso mencionan la utilización del marketing olfativo para lograr atraer a sus clientes.
Utilizando el marketing Olfativo y la variedad de aromas que JAFQUI coloca a tu disposición no tienes nada que perder y un mágico mundo repleto de fragancias para ganar!